Gracias a las indagatorias lideradas por la Fiscalía Local de Pudahuel lograron, por medio de escuchas telefónicas, interceptar al vendedor de armas, Aguilera Peña y al comprador en esta ocasión, Mauricio Sepúlveda Toledo. Ambos sujetos fueron sorprendidos luego de que la policía siguió al ex funcionario desde su domicilio hasta el Barrio Lastarria, donde se juntó con Mauricio Sepúlveda en un café. Previo al momento, Aguilera sacó de su mochila un paquete y se lo entregó al otro individuo. Luego, la PDI se acercó rápidamente a fiscalizar a los dos actores, encontrando dos armas de fuego, cartuchos y cargadores.
Posterior al hecho, se detuvo a los dos tipos, por lo que el fiscal Daniel Contreras adjudicó el poder para un allanamiento en el domicilio de Aguilera. En horas de la tarde, PDI ingresó a la casa, paseándose por todas las habitaciones. El procedimiento estalló en el descubrimiento de un escondite en el entretecho. En ese lugar se descubrió que el carabinero ocultaba 47 armas, entre subfusiles, munición de guerra, pistolas, etc. Solamente siete estaban inscritas. Según la información que recabó Bío Bío algunas armas no tenían su número de serie, por lo cual hay mayor facilidad para venderlas. El fiscal Contreras dijo que está situación facilita la venta ilegal «a bandas organizadas y así, tener un arma indetectable. El responsable quedó en prisión preventiva mientras se da inicio a la investigación en su contra, por esconder y traficar las armas.